John Kramer se entera de que tiene un tumor cerebral incurable. Poco a poco se da cuenta de que la mayoría de la gente no valora su vida y la desperdicia sin sentido. Acosado por esta certeza, decide suicidarse y conduce su coche por un acantilado. Como por milagro, sobrevivió. A partir de ahora, su actitud ante la vida cambia drásticamente. Ahora tiene la idea de que ciertas personas solo aprenden a apreciar el valor de la vida cuando están al borde de la muerte y su voluntad de sobrevivir está “probada”. Luego diseña máquinas de tortura en las que personas seleccionadas son “probadas” y deciden por sí mismas: vivir o morir. Los medios le dan el nombre de “Rompecabezas” porque corta una pieza del rompecabezas de la piel de todas las víctimas que no sobreviven a sus pruebas. Todos ellos carecen del instinto de supervivencia, según John.