La muy fresca Adela León con sus tatuajes, piercings y su detención por exposición indecente quiere ser actriz, lo cual saca a su padre de quicio. No es exactamente lo que el partido conservador de México D.F. tiene en mente como la hija del próximo candidato. De modo que para que no ponga en peligro sus posibilidades en las próximas elecciones, el señor León inscribe a Adela en una elegante escuela para jovencitas. La profesora Maca Ribera le promete que con un poquito de esfuerzo podrá convertir a Adela en una “diosa del hogar”.